HORA DE COMER. EL NIÑO, SU BICICLETA Y TODO ESE CAMINO…

HORA DE COMER. EL NIÑO, SU BICICLETA Y TODO ESE CAMINO…
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El niño se mantiene erguido.los pies juntos, cerrados en aquellos zapatos de los años cincuenta o sesenta, los pantalones de tela casi como pijamas, el jersey de lana hecho a mano con cariño, los ojos profundos como dos perlas negras, la mirada dirigida sobre la nuestra, un mechón de pelo rebelde, las manos agarrando el manillar.

La bicicleta está a la derecha del niño.una bicicleta pequeña, pero más grande que el niño, los neumáticos blancos macizos, los cables de freno expuestos, el timbre, probablemente las ruedas de apoyo.

El niño sostiene la bicicleta. con la misma solemnidad y prudencia, con el mismo privilegio e importancia con que posaría junto a un caballo con plumas o un elefante con palanquín, una alfombra voladora o una escoba mágica: un instrumento, una estatua, en cualquier caso un tesoro. .

Es la foto de portada de un librito de poemas: se llama “Pasajes de memoria”él lo escribió Pino Volpelo publicó A & B Editrice (84 páginas, 15 mil liras, porque fue publicado en 1995), un punto de libre intercambio de volúmenes lo ha resucitado, entre novelas y biografías, enciclopedias y cómics, guías y manuales.

La bicicleta no aparece entre los 104 poemas de Volpe, pero su trayectoria se vislumbra en “Colores“: “La rueda de colores gira… / amarillo, verde, rojo, / hoy nacemos, hoy morimos, / blanco, azul, negro, / hoy tristes, hoy serenos. / Nada se compra, nada queda, / siempre girando la rueda / hoy da, hoy recupera. / Morado, marrón, turquesa, / la vida cambia, la rueda gira, / el arrepentimiento permanece, una noche de insomnio”. Y quizás la bicicleta sea la protagonista, silenciosa e invisible, incluso en el último poema, “Tiempo de volar”: “Esas lágrimas de niño / que no quiere soltarse, / como un gorrión en su primer vuelo / que retrocede temeroso. / Es hora de ir; / es hora de volar”.

Encuentro a Volpe, un siciliano de Acireale, un cirujano de inspiración poética, buscando en Internet: “Granos de arena”desde 2019, mi “Novenovela” también de 2019.

Ese niño de blanco y negro y esa pequeña bicicleta con ruedas de apoyo han recorrido un largo camino.

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