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Recopilado por numerosos periódicos internacionales, entre ellos The Telegraph, el estudio realizado por el Ministerio de Educación británico ha alertado no sólo del empeoramiento general del estado de salud mental de la población escolar, sino también de la reducción del rendimiento registrado en las disciplinas básicas. En todo el Viejo Continente se ha observado una disminución en la comprensión de textos y en habilidades/competencias básicas como la lectura, la escritura y el cálculo lógico-matemático. Los cierres debido a la emergencia sanitaria del COVID-19 han empeorado significativamente la situación, siguiendo y siguiendo una estela ya presente, aunque embrionaria: los jóvenes estudiantes son cada vez más vulnerables, menos productivos y presas de psicopatías leves (ansiedad y depresión) que pueden resultar fatales para el aprendizaje. De forma contínua. Los efectos de los cierres forzosos para limitar el contagio epidemiológico todavía tienen efectos directos y evidentes en la salud mental de los estudiantes europeos, especialmente los más jóvenes.
Los hallazgos de Save the Children
El trabajo fue encargado por Save the Children, Just for Kids Law y Children’s Rights Alliance for England, y se presentará como prueba para la investigación COVID-19 en curso en el Reino Unido. Se supo que más de nueve de cada 10 maestros de escuela primaria dijeron que sus alumnos experimentaron retrasos en el crecimiento emocional y social debido a períodos prolongados de cierre de escuelas durante la emergencia sanitaria y sus fases más agudas. Mientras tanto, el 85% dijo que los niños han luchado con problemas de conducta desde la pandemia y el 78% también confirmó que sus alumnos padecían problemas de salud mental. Entre los profesores de secundaria, el mayor problema observado fue el ausentismo: el 87% afirma que los estudiantes faltan a clases desde la pandemia. La próxima semana se cumplirán cuatro años desde el primer cierre, en el que se cerraron las escuelas y se ordenó a los ciudadanos británicos quedarse en casa.
Opiniones de los docentes: preocupaciones y malos servicios
“Hace cuatro años, cuando los niños eran enviados a casa desde la escuela, todas las señales de advertencia estaban ahí. Mi temor era que en cuatro o cinco años miraríamos hacia atrás y veríamos una generación de niños con un impacto que podría afectarlos de por vida. Lamentablemente ahora estamos viendo nuestros mayores miedos”, dice un profesor al presentar una de las muestras del estudio. La encuesta, realizada por Teacher Tapp, encontró que los docentes de las escuelas más desfavorecidas (definidas por el porcentaje de estudiantes elegibles para recibir comidas escolares gratuitas) tenían más probabilidades de interactuar con estudiantes considerados desfavorecidos que se quedaron atrás de sus pares más desfavorecidos y ricos. en mayor medida. Cuatro de cada cinco profesores dijeron que habían visto a alumnos desfavorecidos quedarse atrás con respecto a sus compañeros como resultado del cierre, y el 95% creía que el fondo de recuperación COVID-19 de £5 mil millones del gobierno no había sido suficiente para reparar el daño causado. Incluso en Italia, la prueba INVALSI realizada recientemente para el año 2023, además de poner de relieve fracturas evidentes a nivel territorial, subrayó el aumento de estudiantes (aproximadamente +10%) con dificultades y habilidades no acordes en italiano y matemáticas.
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