Nacida en 1939, Rita Guido dedicó toda su vida al arte en esa unión de arte y vida que la hacía respirar desde niña amor por la naturaleza, realidad que transfiguraba en visiones oníricas de origen simbolista y surrealista.
Destacado exponente de la temporada artística de Salento desde los años 1960, formó parte del grupo Terra d’Otranto con Annamaria Massari, Marisa Romano, Rosamaria Francavilla Maritati y Paola Sparro.
El artista ha colaborado con los artistas más importantes de nuestro territorio: de Vittorio Pagano a Giancarlo Moscara, de Edoardo De Candia a Nino Rollo, sin olvidar la imprenta “Torchio d’arte la Stella” del artista Pasquale Urso que se encargó de la impresión de numerosos de sus ciclos de grabado calcográfico. Su amor por el dibujo, la pintura y el grabado la llevaron a vivir intensamente una larga temporada artística salpicada de exposiciones en Italia y en el extranjero.
Rita Guido fue una intelectual refinada, una visionaria contemporánea que supo contar visiones poéticas llenas de significado en grandes y pequeños formatos, a través del arquetipo condensaba los grandes temas de la vida: el amor, el dolor, la soledad, el abandono, la muerte.
“Las tinajas del amor”, “La trenza de Annamaria”, “La Piuma”, “Las puertas del amor” son algunos ciclos pictóricos en los que la artista quiso contar algunos de sus temas más queridos. Sus paletas refinadas, de matices vibrantes, han mantenido su huella, la han acogido y exaltado, han sido la partitura de sinfonías etéreas. El espacio del lienzo es a veces insuficiente para contener el fluir de la materia y del color, una superación que caracteriza su personalidad, su amor por la vida, su dedicación, su terquedad, su amor por la humanidad.
Hoy Salento pierde una voz fuera del coro, una sibila, una luz.
(por Mónica Lisi)
