Arte y pintura como investigación y análisis en profundidad: en Sambuca, en el mundo mágico de Marino Cassandro

SAMBUCA (BARBERINO TAVARNELLE) – El de Marino Casandrocincuenta años residente en Sambuca, es algo que va más allá de una pasión.

Gran amante de la pintura, para él pintar equivale a conocer. De hecho, el arte es una búsqueda continua que lo empuja a profundizar cada vez más.

“Para mí, la pintura es fundamental – explica Marino Cassandro – la necesito para comprender plenamente la dinámica de nuestra composición mental”.

El artista, de hecho, basó su pintura en el conocimiento del ser humano, en lo que representa y en la utilidad que cada uno de nosotros tiene en este planeta. Una pintura, por tanto, que refleja al hombre en toda su globalidad.

Impulsado por una creatividad siempre ferviente, Cassandro decidió transformar un antiguo garaje en Via Senese (en Sambuca) en un lugar de puro arte.

“Trabajaba en un pequeño garaje que no me permitía seguir pintando – dice Cassandro – Los cuadros terminaron superponiéndose, así que encontré un espacio más grande”.

Entonces fuimos a visitarlo.

En la primera sala se encuentran cuadros informales, en los que prima la vivacidad y la fuerza del color.

Se trata de obras que inciden ante todo en los estados emocionales. La segunda sala, sin embargo, alberga pinturas conceptuales, visualizadas y contempladas. De hecho, antes de liberar las emociones, estas deben ser comprendidas en nuestra mente.

En el… mundo de Marino Cassandro

“Todo esto surge de la observación del hombre – explica más – que está formado por una parte inconsciente y una parte racional. Es la primera parte la que actúa, hasta que la lógica le da órdenes.”

Por lo tanto, mientras prevalece el instinto, surgen interpretaciones fantásticas. Pero para Cassandro, el hombre debe alcanzar su propia conciencia y autocontrol. Es necesario, por tanto, que no prevalezca la irracionalidad, sino que el hombre actúe con conciencia y conocimiento. Es así como el artista, a partir de sus primeros cuadros, llegó a comprender, según su visión, nuestra parte cerebral.

No tiene un cuadro favorito al que se declara particularmente apegado: “Estoy apegado a todos – admite – Cada cuadro, que no está separado de mí, ha contribuido a ser quien soy ahora y a llevar adelante este conocimiento mío. “.

Su maestra de vida es la naturaleza, de la que obtiene toda la información para sus obras.

En cada uno de los cuadros del artista podemos encontrar también la circularidad y el punto.

“Para mí, la cuestión es todo – concluye el artista – Cada uno de nosotros es un pequeño microcosmos en sí mismo, pero pertenece a un núcleo más grande”.

Para Marino Cassandro nada está dividido, cada uno de nosotros no es un fin en sí mismo, sino que pertenece a una totalidad mucho más amplia.

Un hombre, por tanto, al que no le gustan las superficies y las verdades objetivas, sino que le gusta ampliar su mirada y buscar la unicidad de y en las cosas.

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