Los fotógrafos “expulsados” de la Piazza del Duomo serán tratados como artistas callejeros.

Los fotógrafos “expulsados” de la Piazza del Duomo serán tratados como artistas callejeros.
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Se alejó casi de la noche a la mañana, sin muchas explicaciones. Son los fotógrafos de la Piazza del Duomo. O al menos lo que queda de ello. Números lejanos a los de cuando eran una presencia permanente y andaban “cazando” turistas para echarse maíz en las manos para atraer palomas, para poder hacerse con la más clásica de las fotos milanesas. Hoy se limitan a unas pocas decenas de profesionales, todos extranjeros y con número de IVA regular. Entre finales de febrero y principios de marzo fueron retirados por agentes de la policía local, con una explicación sui generis (“ya no puedes quedarte aquí”) y sin certeza sobre su futuro laboral en la plaza.

Entonces algunos de ellos recurrieron a Nidil-Cgil, la organización sindical que se ocupa de la protección de los trabajadores precarios. Con una guarnición frente al Palacio Marino lograron iniciar un diálogo con el consejero de seguridad, Marco Granelli, que los recibió. Aún no hay un resultado claro, pero al menos ahora tienen una perspectiva que aún necesita ser “pulida” y mejorada.

músicos callejeros

La administración municipal ha decidido, sin actos formales, que la actividad del fotógrafo “callejero” entre en adelante en el ámbito de la regulación de los artistas callejeros: un documento emitido en 2012, en los albores del primer consejo de centro izquierda (liderado de Giuliano Pisapia), que sirvió para regular la actividad especialmente de los músicos, fijando ubicaciones predefinidas en el centro de Milán y permitiendo reservas por franjas horarias. Un método que funciona, pero que no es muy adecuado para la profesión de fotógrafo, por su naturaleza imposible de “fijar” en un punto preciso (quizás no muy panorámico).

El portal de reservas en sí parece más adecuado para quienes hacen música. Las estaciones parecen estar diseñadas más para limitar la emisión de decibeles, mientras que el fotógrafo necesita otras funciones. Y luego, por ejemplo, solicita el perfil social del artista: entre los predefinidos están Youtube y Spotify. El propio Granelli, durante el encuentro, reconoció que la plataforma debe adaptarse a la profesión del fotógrafo, aunque la normativa subyacente también prevé “profesiones itinerantes”, con “estaciones” relacionadas que, sin embargo, no pueden reservarse a través del portal.

Estaciones de trabajo y portal

A la primera reunión le seguirá otra. Mientras tanto, los fotógrafos del Duomo se reunirán con el sindicato para desarrollar algunas propuestas y presentarlas al concejal Granelli. La orientación de la administración sería prever una modificación del reglamento para adaptarlo mejor a la profesión del fotógrafo, pero llevará tiempo. Mientras tanto, se irían añadiendo al andén estaciones compatibles con esta actividad. Andrea Bacchin, responsable de Nidil-Cgil, cree que la mejor solución es registrarse en el portal y luego salir a la calle simplemente comunicando su presencia a través de la aplicación.

“Queremos evitar que la necesidad de una presencia ‘contingente’ se resuelva con una búsqueda de turnos y propondremos un escritorio físico para aquellos que quizás tengan problemas con el idioma italiano”, explica Bacchin a MilanoToday: “Los fotógrafos se quejan de que despedidos sin muchas explicaciones, mientras intentan comportarse con la mayor regularidad posible. Al mismo tiempo, sigue habiendo gente en la plaza que realiza actividades más extremas, como la ‘donación’ de pulseras, a la que sigue inmediatamente una solicitud de dinero”.

Hay nudos de maíz, que no se deben dar de comer a las palomas. Los fotógrafos se declaran dispuestos a dejar de hacerlo, aunque la fotografía con aves sigue teniendo una gran demanda (sobre todo entre los turistas orientales). Pero el objetivo ciertamente no es actuar de manera irregular, sino todo lo contrario. “Se trata de personas absolutamente abiertas a la regulación”, confirma Bacchin: “Ahora esperamos que se nos escuche en nuestras propuestas”.

Fotógrafos en Airbnb

La impresión es que se encontrará una solución que agrade a todos. Tanto la administración, que evidentemente intenta mejorar el “decoro” de la Piazza del Duomo, como los fotógrafos, que afirman ejercer una profesión histórica y característica de la propia plaza. Aunque se acabaron los tiempos en los que tenían casi exclusividad y tenían un laboratorio en el metro para el revelado de películas. Hoy en día, con la tecnología digital y los teléfonos capaces de tomar fotografías apreciables, los turistas se inclinan más por el “hazlo tú mismo”, y la plaza es (aún más que en el pasado) un verdadero escenario fotográfico a cualquier hora del día o de la noche.

Además, para los más exigentes, se han multiplicado los servicios profesionales de recorridos fotográficos por el centro de Milán. En este caso el encuentro entre oferta y demanda se produce online, por ejemplo en la sección ‘experiencias’ de Airbnb. A partir de menos de 100 euros por persona, te llevas a casa algunas docenas de fotos “profesionales” para mostrárselas a tus amigos y publicarlas en las redes sociales.

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