¿Realmente Miguel Ángel pintó un “Juicio Final” sobre lienzo?

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Luego de ocho años de estudios, la investigadora especializada en arte renacentista Amel Olivares afirmó que un pequeño lienzo que representa el Juicio Final Sería obra de Miguel Ángel Buonarroti, quien creó el conocido fresco con el mismo tema en la Capilla Sixtina del Vaticano. De momento no hay confirmación sobre las conclusiones de Olivares, que fueron adelantadas enMANEJAR martes y que llamó la atención: de hecho, sería el único óleo sobre lienzo conocido de Miguel Ángel. Su única pintura documentada es la Tondo Doni, conservado en los Uffizi, mientras que los pocos otros que se refieren a él son atribuciones. Sin embargo, otros expertos en arte han expresado fuertes dudas sobre si realmente se trata de obra suya.

(ANSA/ OFICINA DE PRENSA)

La obra en cuestión es El último juicio de Ginebra, se conserva en una bóveda de la ciudad suiza del mismo nombre, data del siglo XVI y está realizado sobre un lienzo de lino de 96,5×81,3 centímetros. Olivares realizó diversos análisis sobre la pintura, incluidos estudios de reconstrucción facial, en colaboración con el historiador del arte y conservacionista José Manuel del Río Carrasco.

Su reconstrucción se basa en una serie de elementos, entre ellos la figura de Cristo sin espesa barba; también en el fresco de la Capilla Sixtina creado por Miguel Ángel entre 1536 y 1541 Cristo es lampón. Se basa entonces en la presencia únicamente de personajes esbozados y de los llamados “salvados”, incluido uno similar a lo que se considera un autorretrato del mismo pintor, y que sin embargo tiene una expresión muy diferente en el fresco de el Vaticano. Según Olivares, el cuadro de Ginevra sería “el único ejemplo del uso de esta técnica por parte de Miguel Ángel”, es decir, el óleo sobre lienzo.

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El último juicio de Ginebra fue descrito en un documento de 1792 conservado en los Archivos Estatales de Florencia. También según las reconstrucciones de Olivares, Miguel Ángel donó el lienzo al pintor Alessandro Allori, quien luego lo utilizó como modelo para pintar uno de sus retablos en la Basílica de la Santísima Anunciada de Florencia. Sin embargo, hay elementos para decir que el lienzo de Ginebra no es de Miguel Ángel.

El historiador del arte Carlo Falciani, experto en pintura del siglo XVI, afirma que una obra sólo puede ser atribuida después de haberla visto y analizado en la vida real, pero en su opinión basta con hacer una comparación entre las fotografías del cuadro que circulan estos días y ciertos dibujos y pinturas de Miguel Ángel para darnos cuenta de que esta obra está muy lejos del “nivel de ejecución habitual del artista”. Federico Giannini, editor jefe de la revista Ventanas al artea su vez expresó fuertes dudas, aclarando que el cuadro “no tiene posibilidad de ser obra del gran artista, por razones estilísticas, iconográficas e históricas”.

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Giannini señaló que en la pintura de Ginevra hay “errores evidentes en proporción que Miguel Ángel nunca habría cometido”, como “cuidadoso observador de la anatomía humana” que era. El uso de los colores no se corresponde con el uso típico de Miguel Ángel y, como señala Falciani, las figuras no tienen la misma precisión ni la potencia o expresividad de los temas que pintó o dibujó.

Incluso la reconstrucción del cuadro de Allori, que según Olivares se inspiró en el lienzo conservado en Ginebra, parece poco fiable. Giannini cree que, en todo caso, el lienzo de Ginevra es una copia del retablo de Allori, «que a su vez fue un homenaje declarado a la obra de Miguel Ángel», como también sostiene el crítico de arte del siglo XVI Giorgio Vasari, contemporáneo de ambos.

En definitiva, varios expertos creen probable que no se trate de una obra de Miguel Ángel, sino de una copia posterior, y quizás copia de una copia. «De un Miguel Ángel (Merisi) a otro (Buonarroti), la fábrica de panzane está siempre en actividad», comentó el historiador del arte Stefano Zuffi.

(ANSA/ OFICINA DE PRENSA)

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